como el aroma de las flores
o ésa vieja melodía del violín.
Cuando escucho tu voz decir mi nombre,
simplemente ya no es lo mismo...
Por favor, no lo digas mas,
esa rutina me esta matando.
Sé que soy complicada
y que complacerme resulta difícil
pero no hay nada que me encante
más que la espontaneidad.
Tal vez, los compromisos nunca fueron lo mio,
y tal vez, sólo estuve confundida.
Creo que al llegar la marea todo se marchará,
espero que el viento se lleve todos mis sentimientos
y los hunda en el mar.
Cuando miro al cielo,
ya no hay rencor ni orgullo,
sólo las canciones que me arrullan
en las orillas de la playa.
Mi burbuja violeta es más tranquila ahora.
Creo que me hace falta su olor.