Esto lo traía en mi cabeza desde hace mucho tiempo, pero no me había dado la dedicación para escribirlo, bien, aquí esta...
Caminaba con alegría hacía su casa, como nunca antes había caminado hasta allí, como si la música estuviera sintonizada a mi corazón, este latía al ritmo del bass. Quería verlo, no importaba la razón por la cual estaba caminando a su casa lo que se escondía detrás de ello, era verlo.
Cantaba como una loca por la calle, la gente me observaba pero yo sólo tenía en mente mi objetivo: VERLO A ÉL.
Entonces, de repente y no sé como, pasó por mi mente ''No lo hagas''
No sabía qué hacer, estaba a unas cuadras de llegar a su casa. Me detuve en una esquina y me puse a reflexionar en porqué había pensado eso... Ya lo tenía. Mi guitarra era lo único que me mantenía en contacto con él, era el único lazo que había entre nosotros en ese momento, si yo la recogía... Todo acabaría. Ya no iba a haber nada que me uniera a él, ninguna excusa por la cual hablarle, verdaderamente ya no iba a quedar nada si yo me llevaba mi guitarra de su casa.
Pero ahí estaba yo, tan sólo a unos cuantos metros de llegar. Resé por que no estuviera.
Al llegar, mi corazón estaba agitado, me sentía extrañamente nerviosa. Grité su nombre un par de veces... Nadie salió. ¡Sí! Aún hay tiempo, aún queda más tiempo.
Me fui a la Iglesia y ahí recibí un mensaje ''Estoy afuera de tu casa ¿Dónde rayos estas?''
Ahora lo supe... No era la única que aún sentía cosas.