¿Te ha pasado alguna vez que querías algo y de repente cuando lo tienes, descubres que ya no lo quieres en verdad?
Yo, yo quería... Sí, quería intentarlo. Pero estando ahí, en el momento preciso donde las cosas podían suceder, decidí que no daría ningún paso más.
Todo fue tan raro. Lo más extraño que pude haber sentido en años.
Y es que no va a funcionar, yo no siento nada hacía él, nada que en verdad nos una. Jamás pudo ganarse mi corazón. Lo más triste es que vi las ganas que había dentro de su persona, la ilusión de querer hacer algo bien, de querer hacer algo que valiera la pena. Tal vez yo no sea la persona correcta, nunca pude aliviar mi corazón por completo. Yo no estoy nada lista para algo así.
Quizá hasta es feo que te comparen pero, una vez que viví la felicidad con la persona a quien en verdad quería, anhelaba, imploraba... Nada fue lo mismo. Pasará el tiempo y tal vez nadie logre entrar a mi corazón como entró ese ser humano, nadie.
Y ahora, no hay nada que yo pueda hacer, mi amistad se la brindo... Aquí esta. Pero nada más.
