Y me doy cuenta de que cuando leo todas esas mariconadas que nos escribíamos, me siguen temblando las piernas... Qué porquería.
Igual no, ya no. Yo soy lo suficientemente inteligente como para saber que soy exactamente la fusión entre lo bonito y lo tierno y no tengo ni el interés ni la necesidad de estar aguantando a un idiota que no madura, un mujeriego que no cambia, un estúpido que no valora ninguna cosa buena en su vida y un pedazo de bazofia que no se merece que alguien como yo si quiera lo voltee a ver.
Gracias por su bella atención (: