lunes, 7 de octubre de 2013
Fue porque llovía.
Pero tal vez fue porque llovía
y yo estaba tan empapada.
Creí ver tus ojos llorando junto a mí. Pero no.
Fue una de tantas alucionaciones.
Como cuando creí que nunca me harías daño.
Corren por mi venas las ganas de luchar
¡Pero es que ya no queda nada!
Quisiera, pero me rehuso a entender
cómo fue que llegamos hasta aquí.
Es un vacío, como un vacío de ésos de abril.
Ni el tiempo puede curar la grietas en mi alma.
Pero, tal vez fue porque llovía
y yo estaba tan empapada.
Y la verdad es que ya no estamos
igual de sintonizados.
Aunque lo intento ya no es lo mismo.
Ya no es igual. Ya hemos cambiado.
Descuidaste mi jardín para cuidar el de ella.
Es lo que más lastima, lo que termina de matarme.
Pero sus rosas han florecido y las mías se han marchitado.
Aunque considero que, tal vez, fue por que llovía y yo...
Y yo estaba tan empapada.