Amor predilecto.

Estoy tan cerca de ti y siento cómo todos mis sueños se tornan a la realidad.
Mi delicia es vivirte día con día, compartirte todo lo que soy,
mi seguridad está en ti cuando pronuncias mi nombre,
en tus brazos encuentro mi calma y en tu pecho mi descanso. Eres tan bello.

Te has empeñado en descifrar cada parte de mi ser, completamente.
No hay nadie más que me conozca tan profundo, tan intenso... nadie como tú.

Eres mi lugar favorito, mi pieza faltante, mi otro hemisferio. 
Estoy convencida de que fuimos hechos para estar juntos,
nacimos el uno para el otro, destinados a complementarnos.

No hay nada qué entender. Eres mi otra mitad.
Yo soy la mujer que salió de tu costilla. Tu otra mitad.

Solía vivir en mi burbuja, violentántome a una vida sin sentido,
obligándome a no ceder, resistiendo de ti. Y tú me diste una razón.
Me has ganado, he peleado en vano y mi orgullo quedó fuera. 
Desde que quitaste ésa barrera comencé a sonreír. Eres mi cura.

Y ahora estoy bailando a tu ritmo... Has que esta melodía no termine nunca, 
que nuestros corazones sigan latiendo juntos, quiero bailar junto a ti eternamente.

A veces siento mariposas que golpetean contra mi piel y quiero unirme a ellas, volar, sin un rumbo fijo sólo despegar en el aire y elevarme, subir muy alto, irme lejos.

Más de dos veces tuve la sensación de que mis pies ya no tocan el suelo, mientras corro, voy tan rápido que ya no sé cuánto tiempo ha pasado, sólo siento el viento sobre mi rostro invadiendo mi piel.

 En mis sueños soy quien quiero ser, me veo libre, feliz. Tengo la felicidad suficiente y también alas para desaparecer cuando es necesario, no huir... sólo desaparecer

Ya no hay nada, nada queda en mi interior...