domingo, 26 de julio de 2015

Limpieza profunda

Bien, hoy me levantado sólo para resolver el desastre que empecé ayer.
Ha sido una tarea larga, tediosa y difícil. Primero quise acomodar todos mis libros empecé por los escolares y después todas mis novelas en una pila lejos de los primeros, después seguían mis cuadernos... esto fue tan placentero; digamos que empezar de nuevo es para mí enterrar y desechar todo lo que me recordaba a aquellas etapas ''no tan agradables'' de mis 13 años donde mi adolescencia me estaba definiendo. El primer cuaderno que encontré era uno muy bizarro, solía ser un diario que compartía con una chica y ahí nos escribíamos cartas la una a la otra, escribíamos las anécdotas más importantes que nos ocurrían o simplemente escribíamos cosas para sentir que estábamos cerca la una de la otra, dado el hecho de que fue especial en su tiempo lo guardé para retenerlo en mi posesión por su valor sentimental. Después encontré mis ''cuadernos de uso diario'' donde escribía mis historias, dibujaba a las chicas de mis historias y las chicas que protagonizaban mis canciones favoritas (me gustaba crear un dibujo inspirado en el verso de una canción para plasmar la escena con unos humanitos no muy elaborados), también escribía ahí todo lo que sentía por mis amigos y mis ''amores'', en fin eran como 4 o 5 cuadernos, todos llenos. Al principio no quería desecharlos pero hay que hacer sacrificios para no tener tanta basura en la habitación... y en la vida misma. Adiós diarios. De ahí en fuera todos eran cuadernos de la escuela y bueno encontraron su hogar en el basurero, donde pertenecen. Continué con las demás cosas y encontré mi cajita de cartas, recordé que tenía ahí muchas de esas hojitas que te pasan en clase con un recadito del compañero de unos bancos siguientes y esas hojitas como que no se clasifican en cartas, bien, procedí a inspeccionar mi cajita. Cierto, la mayoría de los recaditos eran de mi mejor amigo en la secundaria iba a tirarlos todos pero quise darles la última leída y entonces recordé todo eso. Hoja tras hoja leía cómo me relataba sus historias con esa chica que le gustaba tanto, en unas me contaba que estaba muy enamorado, en otras que habían peleado, otras decían que se sentía frustrado y confundido, después leí una donde me decía que la había terminado porque sentía que no lo quería y una más donde me contaba que se había enterado de que ella le había sido infiel cuando aún tenían una relación. Esculcando más encontré también cartas de esa chica ex-novia de mi mejor amigo, mejor amiga mía en ese momento (yo era amiga de los dos y su relación no afectaba la relación de amistad que llevara con alguno de ellos) donde me contaba lo confundida que se sentía por llevar esa relación y la vez que le reclamó a una chica por ''hablar de ella'' y por ''llevarse mucho'' con su entonces novio, después me decía que yo era muy importante para ella, que me estimaba muchísimo, que no confiaba en nadie como confiaba en mi, debo confesar que me dio algo de risa porque ahora ya ni me habla. Ahora recuerdo que a una de mis amigas (ahora mi mejor amiga) nunca le calló bien ella y no se sentía cómoda con ella, incluso dejo de estar con nuestro grupito de amigos porque no quería lidiar con ella. Caigo en cuenta de lo mucho que esta chica dañó nuestra amistad y dañó a mis amigos, incluso mi amistad con mis amigos. También encontré cartas y miles de dibujos de una niña que me escribía mucho, todo el tiempo, era casi como un acoso, después de que se cansó de mí (o yo la ahuyenté, no sé bien) hacía lo mismo contra chica y después otra y así fue durante un tiempo. Algunas cartas con dibujitos de una chica que fue mi amiga y después empezó a juntarse con la chica a la que aquella infiel le había buscado problemas, ya no sé nada de ella y me sentí nostálgica entonces decidí guardar una de sus cartas. Lo más especial fue un recado que encontré donde le preguntaba a mi ahora mejor amiga que qué era lo que le ocurría y después me decía que no se sentía de humor pero que no quería hablar de ello y aún así iba a llamarme por teléfono para contarme (siempre teníamos pláticas profundísimas por teléfono que terminaban a las cuatro de la madrugada) y después me preguntaba ella que qué tenía porque también me veía muy callada, fue dulce porque ella siempre ha sido así: preocupona, y eso me encanta de ella, uno se da cuenta en esos detalles donde está la verdadera amistad, en el momento o después, así tenga que ser limpiando la cajita de cartas pero se da cuenta. Decidí tirar todo eso; los dibujos, las cartas, los recados, algunos incluso de felicitaciones por mi cumpleaños y después me encontré de nuevo con aquel cuaderno diario de a dos... Y en cuanto lo vi no lo pensé y lo arrojé a la bolsa destinada a aguardar las cosas que no servían más para llevarlas a tirar. No conviene  quedarse con esas cosas, no vaya a serla de malas y por mantenerlo aquí me llene yo de rencor al recordar el porqué ya no era amiga de esa chica, el porque se acabó nuestra complicidad, el porque decidí alejarme de ella. Todas las cartas me contaron que debía tirar ese diario para también tirar a la persona que engañó a mi amigo, distanció a mi mejor amiga, separó a mi grupito, me alejo de sus propias amigas y traicionó mi amistad. Así que adiós cuaderno y adiós mala amiga. Ahora estás en el lugar de mi pasado donde debí ponerte hace ya mucho tiempo: el lugar de los deshechos.

Termino con esa porquería y que venga todo lo demás.