miércoles, 20 de julio de 2016

Carta con el corazón a medias.


Una vez más te escribo desde la madrugada de mi habitación, 
bajo la luz de mi baño y todo el mundo durmiendo por aquí 
sin siquiera imaginar que un interruptor aún está encendido. 
Una vez más te escribo una carta que no te daré.
Una vez más con el corazón a medias, con las palabras en la boca, 
otra vez con los sentimientos en la piel. Inútiles todos. 
Te escribo porque soy incapaz de salir a buscarte.
Te escribo porque te extraño y nada más. Ya no hay nada más qué decir. 
Te pienso. Te he pensado mucho últimamente. 
No sé lo que hagas tú. Ojalá no hagas lo mismo. Ojalá no te sientas como yo.
 Ojalá no estés así, con el corazón a medias.