miércoles, 6 de julio de 2016

Carta improvisada

Se acerca el otoño y florecerá el verano. 
Ya me he olvidado del mundo 
y el mundo se ha olvidado de mí
¿Dónde estás? 
Nunca vi la libertad como algo frío y solitario. 
Gastando llamadas que no han sido contestadas
buscando dentro y fuera, te has quedado atrás.
Busco en el horizonte pero no logro ver más allá.
Apolus de mi ser, suelo de mi vida, aire de mi hábitat,
sangre de mi fuego... aún no te veo. 
No te veo como antes te veía y, 
mis ojos están cansados de no apreciarte.
Más aún me quedo con tus risas,
con tu vida que junto a la mía
me haz enseñado a ver tu luz más bella:
la que ya no está y aún así brilla.
Brilla para mí y brilla para el mundo.