Antes de que nos olviden, haremos historia. No andaremos de rodillas, el alma no tiene la culpa.
Antes de que nos olviden rasgaremos paredes, y buscaremos restos. No importa si fue nuestra vida.
Antes de que nos olviden nos evaporaremos en magueyes, y subiremos hasta el cielo y bajaremos con las lluvias.
Antes de que nos olviden romperemos jaulas y gritaremos la fuga. No hay que condenar el alma.
Aunque tú me olvides, te pondré en un altar de veladoras. Y en cada una pondré tu nombre y cuidaré de tú alma.
Amén.